Nueva literatura para nuestros mayores
Nuestra tercera edad, ya no tan tercera como antes y claramente dispuesta a ser un grupo de población activa, ya no está para tomar el sol en un banco del parque. Las mejoras en la calidad de vida del último siglo sin duda han hecho que una gran parte de nuestros mayores se jubilen con un espíritu juvenil y un cuerpo no tan perjudicado como los de las generaciones anteriores. Así, aunque muchos se convierten jubilados y abuelos además, no dejan de buscar actividades y hobbys que los hagan salir de casa y seguir entrando y saliendo con proyectos y objetivos por cumplir.
Con gran satisfacción por mi parte, puedo decir que se ha notado un gran incremento de mayores en los clubs de lectura de todas las bibliotecas de nuestro país. Hace unos años, sólo se acercaban a estas casas de la cultura para leer el periódico, o como mucho, interesarse por algún tema erudito concreto, algo que no estaba ni mucho menos al alcance de todos. Pero en la actualidad, no es extraño ver a abuelos y abuelas acompañando a sus nietos a buscar algún libro que compartir, incluso hacerlo allí mismo en la sala de lectura; ni tampoco ver cómo participan en los Clubs de Lectura, de los que casi se han convertido en reyes y señores.
Ahora bien, la pregunta es: ¿qué les gusta leer a nuestros mayores? Cualquiera pensaría que los más intelectuales se decantarían por la historia, las biografías de personajes ilustres, quizá algún tratado de política, o ensayos de pensadores famosos; y los que buscan pasar el tiempo con lecturas más lúdicas, preferirían quizá los cómics, las novelas históricas o de aventuras, o clásicos de la literatura española. Como ves, se nos ocurren lecturas entretenidas pero poco osadas, tirando para aburridas como pensamos que son las inquietudes de las personas mayores.
Pero ¿qué dirías si supieras que nuestros jubilados y jubiladas no están dispuestos a leer cualquier cosa, y que sí lo están en disfrutar de lecturas apasionantes y muy de nuestro tiempo? Por ejemplo, parece que se ha visto mucha demanda por parte de ellos de los libros de autoayuda; y todavía más sorprendente, la cosa se pone peor cuando hablamos de manuales sobre el sexo en la tercera edad. Parece que las personas mayores están más que deseosas de tener una vida sexual activa, sin que eso tenga nada que ver con tener ciertos años, o considerarse que no es adecuado para su edad. Y aunque puede que en un principio este interés quisiera estar disimulado o algo escondido, en los últimos tiempos está totalmente desatado, y sobre todo señoras de edad avanzada no dejan de consultar toda clase de lecturas sobre el tema de su sexualidad.
Y es que pensamos que una sexualidad activa tiene que ver con la energía y las ganas de nuevas experiencias placenteras por parte de la juventud; pero nada más lejos de la realidad. De hecho, las películas porno de maduras son las que verdaderamente triunfan, no solamente en circuitos comerciales, sino también en las webs para adultos. La tendencia es que las porno milfs se llevan la palma en cuanto a atractivo y seducción, y es que todos los tíos quieren follarse a una mujer experimentada; cosa que, indefectiblemente, sólo dan la edad y la experiencia. Si además se tiene la suerte de encontrar una señora que tiene el vigor de una jovencita, mucho mejor; pero como las actrices porno justo cobran para simular eso, tampoco es que haga mucha diferencia.
No es precisamente consejos sexuales lo que las viejas buscan en este tipo de lecturas demandadas: manuales, directorios y demás. Supongo que su interés va dirigido en esos momentos de su vida a las dificultades propias de su edad, o quizá a los cambios de su cuerpo que no siempre comprenden pero que afecta a su vida sexual. Y puede, por qué no, que también alucinen con todo lo que estos escritos pueden desvelarles sobre la sexualidad femenina, y que ellas no supieron en su momento, porque no muchos lo sabían y tampoco se los contaban. Desde luego, la información es poder… y todo un placer poseerla.